[vc_empty_space][vc_empty_space][vc_single_image image=”11331″ img_size=”full” alignment=”center”]Do you remember when the commute to work used to drive you nuts? I do. I remember driving north on I-75 and cursing the construction (still happening) and the crazy drivers darting around me. How was I never going fast enough?
Pero entonces ocurrió lo de COVID-19. Las autopistas se vaciaron. El viaje al trabajo dejó de serlo. De repente, el viernes ya no significaba nada especial. Atrás quedaban los días en que la tradición de esperar con ilusión el fin de semana había quedado obsoleta. El viernes era como cualquier otro día. No tenía grandes planes para ir al centro, ni para probar un nuevo restaurante que acababa de abrir, ni para ir en Lyft a Hamtramck a tomar un chupito y una cerveza Zywiec. De alguna manera, me encontré extrañamente añorando el viaje al trabajo y el ritual de todo ello.
Después de que pasaran unos meses y de que yo me desviviera trabajando en la mesa del comedor con mis dos gatos sin pelo revoloteando a mi alrededor, recibimos la noticia de que íbamos a reabrir nuestro espacio de coworking TechTown. Algunos suspiramos aliviados, otros nos paralizamos de miedo, pero todos no sabíamos qué aspecto iba a tener durante Covid.
Los primeros días aquí fueron extraños. Poner en práctica los protocolos de las máscaras resultaba incómodo. Seguir las flechas en el suelo para reducir el tráfico peatonal me resultaba extraño. Aún no me acostumbro a las ventanas de protección contra estornudos que rodean mi escritorio. Pero entonces ocurrió algo. Estaba hablando con un compañero de trabajo sobre algo tan trivial y suspiró pesadamente en medio de la conversación. Hicimos contacto visual y declaró: "Lo siento, pero me siento tan bien de volver a hablar con alguien". Y lo entendí, porque yo sentía lo mismo. Hacía más de un año que no veía a este miembro del coworking y resulta que él también se había vuelto loco. Echaba de menos ese mismo maldito viaje al trabajo.
Y aquí estamos. La pandemia resiste. Las mascarillas se siguen usando, las flechas por fin se han ido pero los protectores contra estornudos están aquí para quedarse. Todos los días me siento al lado de Juan-Carlos de Featherstone. Nos preguntamos cómo está el otro y a veces no nos va muy bien, mientras que otros días (los viernes en particular) hay una ligereza compartida entre nosotros. Ninguno de los dos sabe realmente en qué está trabajando el otro, pero los dos hemos estado ocupados y probablemente los dos nos hemos sentido atascados a veces. Pero su equipo está creciendo y es emocionante verlo. Y nuestra tasa de ocupación está subiendo en TechTown. Cuando empecé a trabajar como supervisora de socios, voy a ser sincera: no sabía lo que estaba haciendo. No sabía cómo iba a vender el espacio. Y, sin embargo, estamos al 94% de ocupación y solo me quedan tres pequeños despachos privados por anunciar a posibles inquilinos. Me siento bien.
Ayer llegué al trabajo y conté el número de afiliados sólo en nuestra primera planta. Había veinte. Sé que no parece mucho, ¡pero lo es! La gente colaboraba, reía y se movía. Vi a Ned, nuestro Director General, dar tres vueltas por la primera planta para despejarse. Supongo que no soy sólo yo o unos pocos más: son más los que echan de menos ese desplazamiento.
La idea de trabajar desde casa era inevitable. Los padres lo necesitaban, los trabajadores merecían esa flexibilidad y los directores generales tuvieron que aceptarlo y acogerlo. El trabajo desde casa no va a desaparecer y yo no quiero que desaparezca. Pero puedo decirte esto: no está hecho para todo el mundo, especialmente para mí y todos los demás miembros que veo aquí. Echábamos de menos la interacción humana, echábamos de menos trabajar juntos (en persona) y necesitábamos el espacio lejos de la mesa del comedor. Puedo confesar que estoy deseando que lleguen las 4 de la tarde porque es viernes. Y porque tengo planes para cenar con amigos y estoy soñando con ese patio en el centro de Berkley y la pizzería. Incluso estoy deseando esquivar a los conductores locos.
It all still matters.[vc_empty_space][vc_separator]